Mónica y Javi elaboran sus cervezas en su micro de
Matalpino. No es un espacio muy amplio, pero aún así nos acogieron con los
brazos abiertos, nos prestaron un forro para afrontar la temperatura invernal
del local y nos hablaron de su filosofía y su modo de elaboración con pelos y
señales. Aquí os dejamos la “entrevista”-charla que tuvimos con ellos.
¿Cuál es la cerveza que más mimáis o la más complicada de hacer?
La Barranca es la que más nos cuesta hacer. Lleva mucha
levadura, para conseguir clarificarla lo hacemos purgándola, decantándola
varias veces. Como no filtramos, la enfriamos y por la forma cónica de los
tanques vamos retirando los restos sin tocar el mosto, sin trasiego. En verdad
tiras cerveza, claro. La hacemos con fermentación atenuada y hemos ido trabajando
la adición de azúcar para el carbónico posterior, pero sigue teniendo algo más
de poso que las otras.
La de trigo la cuidamos mucho, hacemos fermentación
atenuada, por debajo de 20ºC. Hemos ido trabajando la adición de azúcar, pero
sigue teniendo poso.
Las de trigo si lleva mucho trigo sabe menos a malta, si lo
lupulizas poderosamente se los come. El juego con los lúpulos siempre es más
complicado, por lo que van menos protegidas, son más delicaditas.
El usar el centeno en copos da mayor cuerpo. La densidad te
la da la concentración de azúcares en el mosto. Se hacen decocciones, o se
añaden cereales en crudo, etc. para tratar la densidad, pero es un cuerpo
distinto.

La levadura se come todo lo que puede en el fermentador y
falta un poquito más para que genere el carbónico. Para conseguir una levadura
ecológica es un poco relativo, en verdad está certificado el proceso para que
sea ecológico.
¿Qué os ha sido más
duro?
Por ejemplo una de las inspecciones por las que pasamos. La
inspección más dura fue la de la certificación ecológica, es algo estricto y
creemos que es lo correcto. Somos la primera cerveza artesana ecológica
certificada en Madrid.
¿Vendéis a grupos de consumo?
Sí trabajamos con grupos de consumo. En Matalpino hay hasta
listas de espera, hay mucho movimiento por esta zona.
Los grupos de consumo nos encantan por su filosofía, pero es
difícil entrar en estas redes. No sólo consumen ecológicas. También
distribuimos en bares, comercio de la zona. Nos gusta ir abordando a nivel
local, a veces cuando llegamos a sitios nuevos resulta que ya nos conocen.
Nos habla Mónica de las colmenas de consumo ecológico. El
colmenero/a cuelga los productos en Internet de los productos que se van a
vender, éste se lleva un tanto por ciento por representación. Aquí entra en
juego una relación que va más allá, la relación humana- dice Xavi, “me recuerda a la relación que tenías con los
tenderos del barrio, las lecherías,… era algo más que el tipo que te vende”.
Son las grandes diferencias con el producto industrial. Cuando consumes un
producto artesano cuentas con que pueda haber diferencias sutiles, reconocerás
el producto pero puede haber hasta variaciones de color. Hay más variables en
el trabajo artesano, “siempre está el
factor humano y esa es la magia, lo maravilloso de un producto artesano, somos
seres vivos trabajando con otros seres vivos”.
“El error es querer
competir con el producto industrial, pero lo industrial busca lo contrario,
intentar hacer original lo que es igual –asegura Mónica- cambiando la etiqueta, con campañas
publicitarias con un sesgo muy humano, etc.” Intentan disfrazar la cadena
de producción que hay detrás. En los productos artesanos hay mayor
variabilidad, varía hasta el agua. Intentamos controlar esos cambios, pero nunca de manera
química.
¿Qué tal es el agua
de esta zona?
El agua de aquí no lleva cal, es un yacimiento granítico, es
un agua estupenda. Los lúpulos lo usamos en flor.
¿Os gustaría elaborar
cervezas más salvajes?
Sí, no hemos tenido ocasión de hacerlo, pero nos gustaría
sacar otras cosas. Gabarrera es la flor del escaramujo, nos gustaría trabajar
con esto, por lo que habrá una cerveza gabarrera gabarrera.
¿Cuántas variedades
producís a la vez?
La idea inicial Barranca y San Muriel fijas y luego
estacionales. No queremos juntarnos con 7, sólo 3ó 4 y luego variando. Para
recuperar la elaboración estacional nos gustaría sacar una por estación, aunque
no es seguro, por nuestra capacidad de producción.
¿Cómo véis el
panorama de la cerveza artesana?
Hay que hacer cultura. Cada vez hay más ferias, más personas
que demandan una artesana en un restaurante o bar, pero no como algo especial
sino de manera natural, esperan que esté. Es importante que la gente entienda
que no es una Mahou, igual que se gastan dinero en tomarse una copa o vino y no
tienen problema en gastarse más dinero en esto pues deberían tratar igual a la
cerveza artesana. Cabe todo, me gusta más la cerveza y me ha gustado antes de
dedicarme a ella, también bebo vino y me encanta probar nuevos (Xavi).
Es mejor asociarse para hacer fuerza. Yo voy más a cómo se
elabora. En Alemania hay muchos términos que definen la elaboración de cerveza,
aquí es muy ambiguo. Para mí lo artesano es lo más a mano posible, elaborar, no
el hecho de etiquetar en sí, para nosotros no es un propósito, lo hacemos por
necesidad. Elaborar así a partir de 250 litros es imposible, tienes que
mecanizar y tienes que programar. Podríamos producir con ollas mayores, eso es
todo, duplicando líneas de producción.
¿Y os gustaría
crecer?
Crecer no es tender a lo industrial, no quiero acabar
produciendo 10-15.000 litros; pensamos que debe ir intervención social, por
ejemplo, generando proyectos sociales (cultivo de lúpulo ecológico, personas
con discapacidad,..) Vivir con dignidad pero no forrarnos, esa es nuestra
filosofía.
Nos cuesta mucho llegar a producir, hay mucho volumen de
trabajo. Distribuir, comercializar, vender, etiquetar, embotellar, etc. Nos
falta tiempo para comercializar y distribuir, sobre todo.
Hemos asistido a pocas exclusivamente de cervezas; nosotros no
embarrilamos y movemos volúmenes grandes de botellas, por lo que nos es costoso
el asistir a todas las que nos gustaría.
La de Sebúlcor nos encantó, vas arropado, tienes colegas a
tu lado, es otro planteamiento. Hemos vuelto siempre
Mercadillos sí, hemos ido a muchos. Te permite llegar a
personas que de otra manera no llegarías. En el de productos ecológicos de
Torrelodones. Piensan que soy una distribuidora, no se les pasa por la cabeza
que sea yo la productora, dice Mónica.
En verdad en los mercados está el contacto directo, es un
escaparate para nuestro producto. La divulgación es el mayor objetivo de las
ferias. A la gente les gusta descubrir la cerveza de mano del productor y que
se lo hagamos entender, les contamos cómo elaboramos, es como un escaparate y,
bueno, sí se traduce en venta. Es la manera de conectar con un cliente.
¿Qué os piden más?
Nos hacen muchas preguntas, pero cuando me preguntan “¿y no tienen sin gluten?” Y ahí sí que me toca, pienso “Hay que atender a este sector”, y ese es
otro de los 500 objetivos que tenemos a la vista.
Hay muchos objetivos, pero tenemos que tener prioridades.
¿Cómo os habéis
inspirado para elegir un tipo de cerveza?
En verdad nos hemos guiado por nuestros gustos primero, la
que más nos iba a gustar y después la que más podía gustar.
A mí las de trigo me chiflan (Xavi). Yo por mí haría todas
de trigo.
Pienso que si te metes a hacer una ale hay que intentar ir un poquito más allá,
buscar algo elaborado, diferente.
¿Y quién ha sido
vuestro referente?
Nosotros nos inspiramos en Veer, la manera que tienen de producir, de concebir el hacer
cerveza, el componente humano, etc. nos acerca mucho a ellos. Hemos visto
muchas cosas en Cibeles, por
ejemplo, o en SanFrutos que nos han
enseñado y les tengo mucho respeto, por haber sido pioneros; David de Cibeles
nos encanta, porque tiene un gran
afán por divulgar esta cultura.
¿Cómo veis el
panorama de la cerveza artesana en España?
Está verde, pero va rápido (Xavi). Mónica: como vamos muy de
cara a cara no nos cuesta conectar con la gente y explicarles cómo lo hacemos.
Yo lo veo con mucho tiempo y paciencia. El momento brillante del conocimiento
es cuando toda esa información conecta con toda tu experiencia vital con un
momento presente y pasado y te das cuenta, dices “ahora lo entiendo”. La
cerveza tiene mucha filosofía detrás, es esperanza, sueños, amor,… es un
vehículo para poder lograr muchas cosas. Veo que están surgiendo muchos
proyectos similares al nuestro. Cada uno haciendo en su medida.
Tendrá sentido si en lugar de ser competitivos somos
cooperativos (Xavi). Te puede gustar mucho el vino, o la cerveza artesana, pero
cuando pruebas muchas cervezas encontrarás unas que te gustarán más o te
encajarán más. Ahí es donde entramos todos. Todo dependerá del público que la
consuma. Caber cabemos todos. Nosotros nos deberíamos asociar, o hacer
cooperativa. Procuramos conocer a la mayor cantidad de productores que podemos.
El secreto es muy relativo, la mayoría de nosotros hemos aprendido del mismo
modo. Cada uno tendrá su toque, el mismo estilo hecho por distintas personas
sabrá diferente.
Los que hacemos cervezas, al menos en nuestra zona, tenemos
que tener contacto. Nos ayudamos mutuamente, nos apoyamos.
¿Os han venido a
pedir ayuda, asesoramiento? No podemos permitirnos bloquear un fermentador, por lo que no
podemos dar cobertura a los productores nómadas. Sí hemos dado formación.
Nosotros hemos tenido un apoyo infinito de otros productores e intentamos hacer
lo mismo hacia otros que pueden necesitar nuestra ayuda. Con las chicas de
Bailandera, por ejemplo, intentamos hacer piña, les contamos lo que sabemos
sobre todo el papeleo de los impuestos.
La de gente que cuelga tutoriales, información, resolución
de dudas que cuando la gente empieza a hacer cerveza ha habido alguien que ha
tenido la paciencia y generosidad para colgar eso ahí. Nos queda mucha gratitud
hacia todos ellos.
Lo que no es ridículo es compartir los recursos, el
esfuerzo, etc. Es maravilloso.
Noviembre de hace dos años, nos apoyamos mucho en la
Asociación de Cerveceros Caseros. Yo me siento super agradecida, porque a pesar
de la gran dificultad a nivel institucional y legislativo que es sacarlo todo,
nos sentimos muy arropados. A nivel administrativo hemos visto mucho apoyo. A
nivel personal más aún. Surgen sinergias por todos lados, te llevas muchísimo
apoyo y cariño (Xavi). Te surgen cosas, dificultades que no te esperas.
Entramos enseñando nuestro proyecto a la ONCE, por la
discapacidad de Xavier. Nuestra idea era fabricar una cerveza ecológica y
venderla localmente. Fuimos a un banco ético y en 15 días teníamos el dinero.
Certificado ecológico, era el requisito principal. Además es un proyecto social
además de ecológico. La ONCE también nos ha dado una subvención.
La primera fabricación fue en septiembre. Los fementadores
llegaron tarde, cosas defectuosas, … Nos costó bastante empezar a elaborar con
mucha tensión, porque teníamos que conseguir rentabilizar cada litro. En
nuestro primer rastro en Villalba vendimos muchísimo, pero hizo como 40º. Se
nos estropeó buena parte de aquella producción por las altas temperaturas en
pleno noviembre.
Gracias a nuestros amigos pudimos remontar, acondicionar el
local y comprar ingredientes para ponernos a producir de nuevo. En la
inauguración finalmente volvió el frío y estuvo genial. Creemos que tenemos una deuda infinita,
gente que apenas conocíamos nos ayudó, nos dejó su furgoneta o una cámara, o
incluso dinero. Es increíble.
¿Y ahora… estáis más
tranquilos?
Bueno tranquilos nunca, estamos siempre agobiados. Este
verano, por ejemplo hemos parado un poco la producción por el calor. Siempre vamos pillados de dinero y con
necesidad de producción, pero cada vez viene más gente a vernos y a comprar, gente de todas
partes.
Apagamos la grabadora, guardamos
nuestros apuntes y entramos en la sala de elaboración. Allí, nos cuentan Xavi y
Mónica al detalle cómo hacen ellos cerveza.
Nos gusta mucho visitar a cada
fabricante, porque cada uno hace cerveza de un modo distinto y muy personal.
Mónica y Xavi son dos personas muy
concienzudas, que tenían muy claro desde el principio su dirección. En
su micro puedes ver gran parte de ellos reflejada. La sala de elaboración es
una zona aséptica, casi un laboratorio, donde te da cosa pisar. Todo está
estratégicamente dispuesto y ellos componen un equipo aunque pequeño muy bien
avenido. Actualmente cuentan con otros 2 miembros, que han cambiado
definitivamente las caras de los fundadores de La Gabarrera, quienes ahora son
capaces de relajarse y mantener una grata conversación en las ferias, sin
borrar la sonrisa de su cara. Ya han venido mejores tiempos para ellos, y
esperamos que así siga y puedan dar salida a sus otros objetivos –por ejemplo,
de obra social- muy pronto.
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